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¿Cuántas veces en la vida te has encontrado a ti mismo pensando en la mejor forma de

ser asertivo y decir las cosas de forma firme y respetuosa? ¿O cuántas veces te has arrepentido de la manera en qué has expresado algo?


Comunicarnos (y ser asertivos en el proceso) es, sin duda, un proceso complejo en el que se articulan habilidades aprendidas y otros elementos como el lenguaje oral y gestual, la oportunidad (es decir la situación o momento), la gestión de las emociones, el carisma propio”, y un sinfín de etcéteras según la arista desde la que lo pensemos.


El proceso inicia prácticamente con la vida misma, y en razón de esto debería ser tomado muy en serio. Así, aprender a comunicarnos, y, sobre todo, ser asertivos, es un camino de aprendizaje sinfín que implica:


  1. El proceso de maduración del sistema nervioso en toda su extensión

  2. El desarrollo cognoscitivo (distinción entre lenguaje, símbolos y pensamiento), y

  3. El desarrollo socio-emocional (que se ve reflejado en las interacciones con el contexto)


Aprender a decir "no" sin sentirte culpable: uno de los retos de la asertividad


En tal sentido tal vez te sorprenderá saber que uno de los primeros mensajes que aprendemos a comunicar es la negación. No obstante, a medida que crecemos, el “no” se nos convierte en una de las cosas más difíciles de decir.


Bien sea por no quedar mal (el famoso "qué dirán" y lo que socialmente es correcto), por temor a la reacción del otro, o sencillamente por estar en un mar de dudas entre “¿será que digo esto o lo otro?”; terminamos creyendo estar ante un gigante. ¿Tienes un momento al que regresas mentalmente deseando haber sido más asertivo y decir mejor las cosas, o simplemente ser capaz de decir "no"?


Lo que sucede allí se trata de la capacidad de ser asertivos. Es decir, de contar con herramientas y habilidades para:


  • Comunicarnos de manera efectiva: Decir lo que deseamos logrando la relación mensaje-respuesta que esperamos.

  • Decir lo que deseamos de manera firme: Ser directos y sin medias tintas. Que quien nos escucha tenga claro lo que esperamos y que no haya sombra de duda de la decisión implícita en nuestro mensaje.

  • Expresarnos de manera empática: Ser conscientes del impacto que nuestro mensaje pueda tener en la emocionalidad del otro y en la propia.


Estrategias para decir no: pon a prueba tu asertividad


Teniendo en cuenta lo anterior, te comparto las siguientes estrategias o tips para aprender a ser asertivo y decir no sin temores:


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Prioriza tus propias necesidades y deseos.


El mundo sigue andando y no somos malas personas por darle lugar a nuestras propias necesidades.






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Mantén lo más claro posible lo que esperas/deseas. Es decir, hay que tener límites.


Entre más estructurados estén nuestros límites, más directos y firmes podremos ser con nuestros mensajes.







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Identifica el contexto en el que estás transmitiendo el mensaje.


Esto es: a quién se lo estás diciendo y en qué momento se lo estás diciendo. Por supuesto esto implica algo fundamental: Ser amable.



En consonancia con lo anterior: Evalúa las implicaciones de tu mensaje a corto, mediano y largo plazo. Es diferente decir no a nuestra madre, que a un amigo, pareja o jefe. ¿Qué tanto impacto tendría en ese vínculo decir que no, y qué tanto estás dispuesto a asumir el resultado?



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Crea y presenta alternativas.


Imagina que alguien te invita a salir, pero realmente estás muy cansado, no tienes ánimo o no tienes los recursos suficientes. En lugar de decir no, puedes plantear o proponer una nueva fecha.


Por último, no hay nada en la vida que no se aprenda practicando. Empezar con un no a la vez es el inicio del camino a unos vínculos más sanos y tranquilos.



¿Sientes que necesitas herramientas para ser asertivo y comunicar mejor tus emociones? Hablemos hoy.



Bibliografía:



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Hoy empezaremos con 3 preguntas:


  • ¿Estás en una relación que aparentemente va bien pero en la que te sientes invisibilizada?

  • ¿Alguna vez tus acciones y opiniones han sido cuestionadas y consideradas de menos valor o importancia?

  • ¿Te han dicho de forma despectiva que eres demasiado exagerada o sensible?


Si respondiste "si" a alguna de estas preguntas, pon atención: puedes estar siendo víctima de chantaje emocional o "gaslighting


Tener una maraña emocional y momentos de duda frente a nuestra pareja es apenas normal si pensamos que la vida es de subidas y bajadas. No es un secreto que las relaciones humanas (familiares, sentimentales, de amistad, laborales) son en sí mismas un universo entero del que puede resultar mucha tela por cortar. Debido a eso, constantemente vamos entre el deseo de que la otra persona tenga claro el afecto que le tenemos, y la necesidad de establecer nuestros propios límites; Esto es, un camino del que nadie sale ileso.


Así las cosas, con seguridad has escuchado hablar de violencia sexual, violencia económica, violencia psicológica, etc; que son parte de una conversación global sobre la necesidad de que nuestros vínculos de pareja sean sanos y armónicos. De hecho, desde muchos lugares (el interior de los hogares, los diferentes credos, los gobiernos, los medios de comunicación) nos llegan, si se quiere hasta el cansancio, campañas a favor del respeto y la no violencia en las relaciones.



Tú, hoy, ¿consideras que tu relación de pareja se da en los términos esperados? ¿Te sientes cómoda con lo que pasa allí?


 

El gaslighting o chantaje emocional es un tipo de violencia psicológica en el que la persona es llevada a dudar de su memoria, percepción o juicio; y por sus características puede resultar difícil de identificar y aceptar. Se considera que tiene 3 etapas:


  • Idealización: El abusador se presenta y proyecta como el compañero perfecto. La víctima está deslumbrada por esa perfección y por los halagos que recibe. Se le denomina también "gaslighting" o “luz de gas” ya que pareces estar obnubilada por tanta maravilla.

  • Devaluación: La víctima pasa de ser halagada, a alguien acusada de ser incapaz de hacer algo bien.

  • Descarte: El abusador relega a su víctima, que es abandonada en búsqueda de una nueva.


Para hacer un poco más claro en qué consiste el "gaslighting" o chantaje emocional, pensemos en una mujer que cree encontrar al hombre ideal pero que la critica por comportarse de cierta manera; o le dice que ha arruinado su día por haber dicho esto o lo otro. Ese mismo hombre le dice que no puede vivir sin ella. Al mismo tiempo controla quién la llama y a dónde va, porque ella es lo máximo y como pareja quiere ser partícipe de su vida, pero también porque no puede ser posible que ella haga algo sin incluirlo a el.


En relaciones donde uno de sus miembros ejerce chantaje emocional o gaslighting sobre el otro, frases como “Si no me prestas suficiente atención, hay otras dispuestas a hacerlo” son comunes. Además, es común que el abusador goce de un buen concepto en el círculo social de la víctima: “te ganaste la lotería” “cómo vas a dejar ir a ese hombre”.


Ser víctima de gaslighting o chantaje emocional es vivir en la duda permanente de no estar siendo lo suficiente para el otro o no estar dando lo mejor de sí para la relación. Es un estado de zozobra permanente que causa daños emocionales profundos en la persona abusada.



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Entre las señales más recurrentes de chantaje emocional o gaslighting se encuentran:


  1. Te cuestionas tus acciones o pensamientos con frecuencia.

  2. Ocultas información para no tener que dar explicaciones.

  3. Sientes que no haces nada bien.

  4. Permanentemente estás pensando que eres demasiado sensible.

  5. Te sientes incapaz de tomar decisiones si no están validadas por “esa” persona en específico.


Ahora: ¿qué estrategias son útiles para evitar el gaslighting o chantaje emocional?


  1. Ten claros tus principios, valores y criterios.

  2. Sé firme en tus decisiones.

  3. Valida tus emociones. Es decir, no porque alguien te diga que algo no debe afectarte, debe ser así.

  4. Cultiva tus vínculos. Es decir, rodéate de personas que te generen bienestar y cuestiona la presencia de quién no te lo genere.

  5. Identifica señales de alerta.


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¿Piensas que debes poner más límites en tus relaciones? ¿Tienes duda sobre tu relación de pareja? Hablemos hoy


Bibliografía:




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